¡Tienes un nuevo match!

¡Tienes un nuevo match!

¿Y ahora qué hago? ¿Le escribo? ¿Espero a que me escriba?

¿Se puede encontrar el amor por Tinder? ¿o es sólo para sexo?

¿chongx? ¿novix? ¿compañerx? ¿amigx?

¿”hola, qué tal”? ¿”qué estudias”? o ¿”querés coger”?

¿hay que agregarse primero a instagram?

¿y después al whatsapp?

¿y después juntarse a tomar una birra?

¿una cita? ¿dos? ¿tres?

¿lugar público o intimidad? ¿confiar o desconfiar?

→ Me gusta que me digan que soy sexy. Me gusta sacarme fotos provocativas, fotos donde se insinúa el cuerpo, o se ve, literalmente. Porque estoy orgullosx de él. -Qué buen culo que tenés-, -te parto-. No hay nada que me caliente más, a los bifes.

← No me gusta que me digan que estoy fuerte. Prefiero elegir fotos en las que se ve mi sonrisa, en las que estoy viajando, leyendo, fotos de atardeceres. A mi me gusta que me valoren por lo que soy por dentro. Leo las descripciones de los perfiles porque tengo miedo de no saber de qué hablar.

↗ Doy super likes cuando está demasiado buenx. Por ahí así gano por lástima.

↘ No doy super likes porque me parece invasivo. No me gusta parecer desesperadx. Prefiero hacerme lx difícil.

↑ Miro el cuerpo definitivamente, y la cara después. Si me voy a ver con alguien me tiene que dar ganas de comérmelo, mínimo. Si para eso usamos Tinder. Palo y a la bolsa.

↓ Miro la descripción. De qué trabaja, qué le gusta, si tiene humor. Me embolan lxs que se sacan fotos en el espejo mostrando su figura o esos gif animados sacando la lengua. Antes de conocer a alguien necesito saber que no es unx estúpidx.

💘💣💥💋💪

Somos puras fórmulas. Nos enseñaron a crecer con fórmulas, de cómo amar, cómo comportarnos en sociedad, cómo defendernos, cómo seducir. Y todxs queremos, irremediablemente, ser aceptadxs, o ser “reconocidxs en nuestro valor” diría Hegel. Por eso estamos incansablemente buscando esa maldita fórmula perfecta. 

Pero estamos solxs a la intemperie: algunxs creemos que nuestro valor está en el cuerpo y lo lucimos con orgullo a todo trapo, otrxs consideramos que en realidad lo más lindo es nuestra personalidad y no importa nada de lo físico, otrxs más nos esmeramos en desarrollar la inteligencia porque una mente brillante es mucho más sensual que un cuerpo fitness. Qué importa, ¿no? Si todxs estamos de una manera u otra “vendiéndonos” como mercancías para que nos compren, viendo quién da el valor más alto o mendigando una propina. 

Están lxs que dicen “A mi no me gusta el Tinder porque es muy banal y es un mercado de personas” pero también también tienen ganas de acostarse con ese bombón que vieron en el boliche. Y lxs que aclaran “No quiero relaciones formales, sólo busco sexo” pero andan desesperadxs por contarle a cualquier persona que se les cruza sobre el mal día que tuvieron.

El mundo está lleno de hipocresía de la buena. La sabemos generar a la perfección, y a veces hasta sin darnos cuenta. No nos culpo, somos víctimas (¿lo somos?) de un sistema que nos ha reprimido desde hace tanto que nuestro inconsciente colectivo tiene más laberintos que el infierno. Qué querés… si nos enseñaron que la sexualidad era una cosa sucia y pecaminosa, no es cosa rara que ahora nos cueste horrores aceptar que forma parte de nuestras necesidades biológicas y que todxs, absolutamente TODXS, tenemos en mayor o menor medida las ganas de explorar nuestros sexos. 

¿Tinder es para tener sexo? Claro que sí. Porque en toda relación de atracción (amorosa/sexual/no-amistosa) hay ganas de unirse con la otra persona. Y unirse, gente, también implica tener sexo. Porque somos humanxs y nacimos con la capacidad y necesidad de disfrutar de ese placer innato que nos llena de endorfinas. No importa si te gusta su mente, su humor o sus labios, y no importa que necesites una o cien citas para darte cuenta, tarde o temprano si hay verdadera atracción va a haber sexo.

¿Se puede encontrar amor en Tinder? Sí, por supuesto. La sexualidad no excluye el amor, y que el sexo sea lo primero que une a dos personas no significa que luego no puedan crecer otros sentimientos. Además, ¿quién dijo que había que usar Tinder únicamente “para coger”? Fuck the police. Somos, después que animales, humanxs, y además de tener todas esas cadenas biológicas tenemos un universo infinito de sentimientos que explorar. Y estoy segura que del cagazo que tenemos todavía nos quedan un montón que todavía no hemos descubierto. Conocer gente es siempre encontrarse con un mundo aparte, y está en cada unx cuánto quiere descubrir de ese mundo y cuánto está dispuesto a dar del propio.

“Cada quien hace de su culo un florero” decía mi abuelo. Está claro que en esta sociedad tenemos las mil y una opciones para elegir nuestro destino: podemos ser arquitectxs, carnicerxs, cantantes, empresarixs o prostitutxs. Escuchamos hasta el hartazgo que el camino lo vamos construyendo paso a paso con nuestras acciones ¡qué groso tener la autonomía de nuestras vidas! Pero verdaderamente… ¿la tenemos?. ¿Te pusiste a pensar si eso que hacés, o que decís es verdaderamente lo que querés?, o aún eso que creés que querés, ¿es verdaderamente lo que sentís?, ¡o peor todavía! todos esos pensamientos que defendés fervientemente, ¿son verdaderamente tuyos?, ¿no son de alguien más?, ¿de un padre que te dijo cómo te convenía comportarte en la vida, de unx maestrx que te enseñó cómo ver el mundo, de unx amante que te hizo creer que eso es el amor? En fin, de una cultura que te construyó despacito mientras crecías con todas sus reglas, sus costumbres, su ética, su moral, también sus miedos, sus prohibiciones, sus demonios, ¡sus malditas fórmulas!.

No nos dijeron nunca que se podía amar de otras maneras, y si lo dijeron lo susurraron como un secreto medio prohibido. No nos contaron que para llegar al amor había distintos caminos ¡y distintos órdenes!. No nos permitieron improvisar porque había que cumplir con ciertos pasos para obtener el éxito seguro. No nos dejaron explotar nuestra libertad porque para encajar y para ser reconocidx había que comportarse más o menos igual que todo el rebaño, o dentro de los límites “aceptables” (¿aceptables para quién?). Nos educaron para tener miedo, para estar tranquilitx, para no romper paradigmas, para poder ser controladxs. ¿Pero no te sentís más vivx en una montaña rusa que sentadx en tu escritorio? Es porque estar boca arriba a veces sacude las ideas y el vértigo nos obliga a darnos cuenta de que nos podemos morir, entonces sólo nos queda disfrutar de lo lindo que es estar vivx. Pero Vivx de verdad. Con mayúscula. Tratando de ser quienes somos en el fondo, en la esencia, esa que tan manchada la tenemos. 

Hacele caso a tu instinto, a tu percepción, a las corazonadas, como le quieras decir. Si dudás, no lo hagas. ¡O hacelo!. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Si somos una constante ruleta de aciertos y desaciertos, y hay mil oportunidades para intentarlo. Pensá en lo que verdaderamente deseás y que no te importe lo que te digan. Ellxs no saben nada de vos. Animate a cambiar los órdenes, a sacarte de encima el óxido, a probar cosas nuevas. Olvidate de todas las etiquetas. Creé, creá. Creá tus alternativas, tus fórmulas, tus reglas. Respetate, cuidate ¿por qué siempre queremos contentar a otrxs y no a nosotrxs mismos?. 

Jugá. Usá las herramientas que te da la sociedad pero como a vos se te cante. Bajate Tinder y usalo para lo que quieras. Si querés tener sexo en la primera cita dejate de formalidades y cuestionarios vacíos que ni te importan. Y si querés simplemente hacer amigos animate a rechazar otras propuestas. Y si querés charlar con gente, conocerla más a profundidad, animate a dar el primer paso, hablá, preguntá, invitalx a tomar un café, a ir al teatro, a que te acompañe a hacer los trámites. Y si no sabés lo que querés date tiempo, nadie te apura. No estás perdiendo el tiempo, perder el tiempo es vivir una vida que no es la tuya, es estar muertx en vida por miedo, es vivir en automático y darse cuenta tarde de que no fuiste feliz. Perdé el tiempo falso e invertilo en vos, en s e n t i r con todas las letras que para eso vinimos acá.

Hacé de tu culo un florero pero ponele muchas flores frescas y pimpollos para que sigan creciendo más y más. Si tenés un nuevo match, aprovechalo, conectá de verdad, sentí con la piel y con el alma, aunque dure una noche o el resto de tu vida. Sacate los prejuicios, conocé gente de todo tipo y enriquecete. Ponele like a quien quieras pero conocé mundos. No dejes que nadie te diga qué hacer y cómo hacerlo. Volvete un poco locx y date unas vueltas en esta montaña rusa que te aseguro que te va a hacer mucho más feliz.