Lo que nunca pude pronunciar
¿Qué es este miedo que me carcome la carne?
No puedo pronunciar dos veces la misma frase.
Miedo a no poder comunicarme,
a que no me entiendan,
a no saber.
Un miedo que se me queda en las manos,
que tiemblan, que flaquean,
un miedo a decir, un miedo a callar.
¿Miedo a mentir?
tal vez a no poder expresar
todo lo que soy
y todo lo que siento,
o a no sentir suficiente
mentirme a mi misma.
Miedo que decanta sobre mí
como un rayo que me atravesara
y me cortara en pedacitos
degradados, tímidos,
sin conexión alguna
y asustados.
Tengo miedo al otro,
el que mira,
el que observa, el que aprueba
o rechaza.
Actuar me da miedo,
escribir me da miedo,
me fríe,
me paraliza
y se acortan las frases.
Me escucho a mi misma escrita,
narrada,
como si fuera ajena a ese miedo
y ese miedo a su vez me determinara.
¿Qué soy sin él?
Tengo miedo también a perderlo
a perderte,
a perder-me.
Me detengo, abruptamente,
como si corriera una maratón
y parara inconciente antes del punto de llegada,
se me nublara la vista
y no recordara qué hago allí
ni siquiera qué es correr.
¿cómo se corre?
¿cómo se huye?
¿por qué?
¿Qué es este miedo que me carcome por dentro?
No me animo a arriesgar
ninguna palabra para describirlo,
pero llego a él rodeándolo,
rodeándome,
como me rodean las Lunas en Leo.
Tengo de repente la sensación
que ese miedo es mi nada,
mi todo,
el vacío donde se proyectan
las miles de oportunidades
y se deshacen continuamente
derretidas,
asustadas,
por el miedo a temer,
por el miedo a mí.
No puedo pronunciar dos veces la misma frase.
Miedo a no poder comunicarme,
a que no me entiendan,
a no saber.
Un miedo que se me queda en las manos,
que tiemblan, que flaquean,
un miedo a decir, un miedo a callar.
¿Miedo a mentir?
tal vez a no poder expresar
todo lo que soy
y todo lo que siento,
o a no sentir suficiente
mentirme a mi misma.
Miedo que decanta sobre mí
como un rayo que me atravesara
y me cortara en pedacitos
degradados, tímidos,
sin conexión alguna
y asustados.
Tengo miedo al otro,
el que mira,
el que observa, el que aprueba
o rechaza.
Actuar me da miedo,
escribir me da miedo,
me fríe,
me paraliza
y se acortan las frases.
Me escucho a mi misma escrita,
narrada,
como si fuera ajena a ese miedo
y ese miedo a su vez me determinara.
¿Qué soy sin él?
Tengo miedo también a perderlo
a perderte,
a perder-me.
Me detengo, abruptamente,
como si corriera una maratón
y parara inconciente antes del punto de llegada,
se me nublara la vista
y no recordara qué hago allí
ni siquiera qué es correr.
¿cómo se corre?
¿cómo se huye?
¿por qué?
¿Qué es este miedo que me carcome por dentro?
No me animo a arriesgar
ninguna palabra para describirlo,
pero llego a él rodeándolo,
rodeándome,
como me rodean las Lunas en Leo.
Tengo de repente la sensación
que ese miedo es mi nada,
mi todo,
el vacío donde se proyectan
las miles de oportunidades
y se deshacen continuamente
derretidas,
asustadas,
por el miedo a temer,
por el miedo a mí.
Belleza contundente en cada verso, como el sol caído entre las hojas.
ResponderEliminarGracias Jorge!
EliminarHermoso
ResponderEliminarMuchas gracias :)
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