Dejalo ser
Quizás esto sea inspiración inútil, una simple cobardía de seguir estudiando e infundirse en un mar de letras y oraciones que suenan bonitas para escapar de la realidad que me pone los pelos de punta, o quizás sirva de algo (de eso quisiera convencerme). Me limito, como siempre, a escribir sobre las miles de ideas que revolucionan mi mente y a transmitir, a través de algún papel (o un medio cibernético, en este caso) la esencia de lo que ellas producen dentro mío.
Hoy pensaba en el porvenir, me enamoraba de ideales, soñaba con atardeceres tibios y muchos gorriones pero cuando sentí que mis pies se elevaban demasiado de la superficie terrestre desacelere bruscamente y rechinaron los frenos hasta quedar estancada en el medio del pavimento. Si, hay que dejarse de pavadas y eliminar todo tipo de quimera de nuestra vista.
Es preciso, de todos modos, seguir pensando en positivo; nada de miedos y de fantasmas que nos llenen la mente de interrogantes y espacios oscuros sin resolver. Sí, simplemente hay que dejarlo ser.
Estoy cansada de la gente que piensa que todos mienten, que nada va a suceder de manera positiva porque el mundo está lleno de maldad y de mentes perversas que piensan nada más que en traicionar tu inconsciente y hacerte caer en la trampa. Me parece una actitud limitada e incluso una obstinación por alejarse de la realidad. Y yo creo que eso es miedo, puro miedo a lo que pasara luego si confiamos demasiado.
Intento mas que nada aceptar la realidad tal como es, sin mitos ni prejuicios. Después de todo, creo que nada de lo que se diga o haga puede ser totalmente mentira, porque nadie obtendría ningún beneficio diciendo o haciendo algo que no le interesa. La base, la placa madre de todo ese palabrerio es siempre real; solo hay que saber interpretarlo.
Por otro lado (me siento como si estuviera confesando algún tipo de secreto oculto) me entretengo interpretando las miradas, las caricias, los roces y los silencios; todo eso dice mas que las sordas frases previamente estructuradas que están demasiado vacías de contenido. Y quizás no sepa qué decir, porque lo que tengo para decir no se expresa con palabras. Pero antes que nada, quiero postularme como creyente de las felormonas, de los mensajes escondidos atrás de pequeños gestos o de susurros; estoy muy segura de que hay algo mas allá de la percepción auditiva que entra por los poros nos deja implícita la realidad para que la sintamos desde adentro.
Ahora estoy acá meditabunda, con una expresión de confusión frente a la computadora. Sigo aún sola, esperando a que el destino se digne a resolver el cómo, el cuándo y el quién que yo merezca. No tengo ningún apuro, estoy feliz de resolver mi propia causa, de ir interpretando todas las pistas una por una, sin saltarme nada. Además, no creo que haya nada de qué preocuparse; estoy contando los minutos sin saber si quiera que es el tiempo... entonces, dejémonos de retorcimientos y disfrutemos el instante eterno.
Hoy pensaba en el porvenir, me enamoraba de ideales, soñaba con atardeceres tibios y muchos gorriones pero cuando sentí que mis pies se elevaban demasiado de la superficie terrestre desacelere bruscamente y rechinaron los frenos hasta quedar estancada en el medio del pavimento. Si, hay que dejarse de pavadas y eliminar todo tipo de quimera de nuestra vista.
Es preciso, de todos modos, seguir pensando en positivo; nada de miedos y de fantasmas que nos llenen la mente de interrogantes y espacios oscuros sin resolver. Sí, simplemente hay que dejarlo ser.
Estoy cansada de la gente que piensa que todos mienten, que nada va a suceder de manera positiva porque el mundo está lleno de maldad y de mentes perversas que piensan nada más que en traicionar tu inconsciente y hacerte caer en la trampa. Me parece una actitud limitada e incluso una obstinación por alejarse de la realidad. Y yo creo que eso es miedo, puro miedo a lo que pasara luego si confiamos demasiado.
Intento mas que nada aceptar la realidad tal como es, sin mitos ni prejuicios. Después de todo, creo que nada de lo que se diga o haga puede ser totalmente mentira, porque nadie obtendría ningún beneficio diciendo o haciendo algo que no le interesa. La base, la placa madre de todo ese palabrerio es siempre real; solo hay que saber interpretarlo.
Por otro lado (me siento como si estuviera confesando algún tipo de secreto oculto) me entretengo interpretando las miradas, las caricias, los roces y los silencios; todo eso dice mas que las sordas frases previamente estructuradas que están demasiado vacías de contenido. Y quizás no sepa qué decir, porque lo que tengo para decir no se expresa con palabras. Pero antes que nada, quiero postularme como creyente de las felormonas, de los mensajes escondidos atrás de pequeños gestos o de susurros; estoy muy segura de que hay algo mas allá de la percepción auditiva que entra por los poros nos deja implícita la realidad para que la sintamos desde adentro.
Ahora estoy acá meditabunda, con una expresión de confusión frente a la computadora. Sigo aún sola, esperando a que el destino se digne a resolver el cómo, el cuándo y el quién que yo merezca. No tengo ningún apuro, estoy feliz de resolver mi propia causa, de ir interpretando todas las pistas una por una, sin saltarme nada. Además, no creo que haya nada de qué preocuparse; estoy contando los minutos sin saber si quiera que es el tiempo... entonces, dejémonos de retorcimientos y disfrutemos el instante eterno.
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